Jesús te ama tanto, pero tanto. Jesús Cristo es el camino, la verdad y la vida. Jesús nos creó con un propósito, somos todos preciosos y hermosos para Dios, Pero, dice la Palabra de Dios, todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios. Dios demuestra su amor para con nosotros, en que, siendo aún pecadores, Jesucristo murió por nosotros. Jesús cargó su pecado y el mío, el de todos nosotros, y fue clavado en una cruz. Jesús derramó su preciosa Sangre y ahora a través de su sangre nosotros somos lavados y limpios de todo pecado y estamos libres de culpa. Jesús murió, fue sepultado, fue al infierno, venció a la muerte y al pecado y al tercer día resucitó de los muertos.

Jesús está vivo ahora mismo.
Jesús está vivo, y por medio de él podemos acercarnos a Dios de un modo nuevo y distinto.
Un toque de él en tu vida transformará todo, cambiará todo.

Dice la Palabra de Dios que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de los muertos, serás salvo.

No podemos auto salvarnos, necesitamos un salvador.

Ahora, Jesús está a la puerta de tu corazón y necesitas tomar una decisión de vida eterna y libertad. La puerta tiene una llave y está en tu poder. La llave que abre la puerta a Jesús se llama oración.

¿Estás preparada o preparado para dejar a Jesús entrar?
Hace esta oración ahí donde estas:

Querido Padre Celestial,
Respondo a tu invitación y vengo a ti en el nombre de tu Hijo, Jesucristo.
Vengo con todos mis pecados, angustias y adicciones. Me aparto del mal de mi vida y me vuelvo a ti, Señor Jesús.
Creo que moriste por mi pecado y que resucitaste de entre los muertos. Eres el Hijo del Dios vivo.
Por la fe recibo el perdón y tu regalo gratuito de salvación. Gracias por aceptarme como tu hijo. Lléname con el poder de tu Espíritu Santo, para que te siga todos los días de mi vida.
Creo en mi corazón lo que ahora confieso con mi boca. Jesús es mi Salvador, mi Señor y mi Dios.
Oro esto en el nombre de Jesús.
Amén